Durante los meses de
Julio, Agosto y Septiembre de 1928, tuvo lugar en Moscú
(coincidiendo con el VI Congreso de la Internacional) el VI Congreso
del Partido comunista Chino.
Precedida por los
fracasos de las campañas de la “Cosecha del otoño” y la “Comuna
de Cantón”, el congreso pretendía redirigir los futuros
movimientos del Partido para evitar futuros fracasos y preparar
nuevos impulsos revolucionarios. Con la presencia del ruso Nikolía
Bujarin, 84 delegados chinos entre los que figuraban Ch'ü Ch'iu-pai,
Chang Kuo-t'ao, Chou En-Lai, Li Li-san y Hsiang Chung-fa,
representaban a los 40 000 militantes que formaban el Partido.
Ademas, el hecho de la presencia de Bujarin en el congreso y que este
se celebraba en tierras soviéticas, demostraba la dependencia cada
vez mayor del Partido comunista chino con el Komitern. A este
colaboracionismo cada vez mas intenso entre Moscú y el Partido
chino, hay que añadir la substitución de Chen Tu-Hsiu por Ch'ü
Ch'iu-pai y su equipo. El nuevo miembro del buró, fue destinado a
Moscú siendo uno de los primeros comunistas en informar desde Rusia
acerca de la vida postrevolucionaria. Junto él, otros siete miembros
estaban dirigidos por otro miembro procedente del exterior, Li
Li-san, estudiante procedente de la Universidad de Lyon (Francia)
primero, y Moscú posteriormente. A estos cambios, hay que añadir
otros no menos importantes como la elección nominal de un auténtico
proletario, Hsiang Chung-fa, para la secretaria general o la elección
de Mao Tse-tung en el Comité Central.
Durante el VI Congreso se
aprobaron varias resoluciones, que iban destinadas sobre la política,
el movimiento campesino, las cuestiones agrarias o la organización
de los soviets. Todas estas resoluciones giraban entorno a un punto
central: el rechazo al imperialismo y a la de sus aliados chinos,
formados por militaristas y el ala burguesa y derechista del
Kuomintang.
También se elaboró un
programa de diez puntos, constituidos por:
1- Derribar la dominación
imperialista.
2- Confiscar las empresas
y la banca extrajera.
3- Unificar China.
4- Derribar el gobierno
de los militaristas del Kuominstang.
5- Establecer un gobierno
representativo de los obreros, campesinos y soldados.
6- Implantar la jornada
de 8 horas, aumentar los salarios, instaurar subsidios de paro e
implantar los seguros sociales.
7- Requisar todas las
tierras de los propietarios y ofrecérselas a los campesinos.
8- Mejora de la vida de
los soldados (darles tierra y trabajo)
9- Eliminar los impuestos
excesivos e implantar impuestos progresivos únicos.
10- Unirse con el
proletariado y con la Unión Soviética.
También se discutió en
este Congreso sobre las causas del fracaso que el Partido Comunista
estaba viviendo en aquellos días. La principal causa del fracaso se
atribuyó, directamente a los errores de su secretario general, pero,
no fue esta la única. La fuerza del imperialismo, la traición de la
burguesía a las causas de la revolución, la vacilación de la
pequeña burguesía y el retraso del movimiento campesino sobre el
movimiento obrero, fueron señaladas como otras causas de este
fracaso.
Durante la celebración
del Congreso, se discutieron cuestiones futuras como la unificación
de las masas en torno al partido, explotar todas las ocasiones de
agitación y de conflictos de clases, apartarse del “aventurismo
militar” tal y como se realizaron las anteriores campañas, atraer
a la pequeña burguesía, reforzar el partido a través de las masas
proletarias, extender los regímenes soviéticos y oponerse a todos
los elementos del Kuomistang y del tercer partido de Teng Yen-ta y
T'an P'ing-shan (colaboraciostas con el gobierno de Pekín) y tomar
contacto con los partidos comunistas de otros países. También se
tuvo en cuenta las cuestiones agrarias, donde se pretendía asociar a
todos los campesinos, para, posteriormente, neutralizar a los ricos,
asociarse con los campesinos de clase media y ofrecer poder a los
campesinos pobres, convirtiéndoles en los auténticos soviets
chinos. Para ello, el Partido tenia que introducirse dentro de las
asociaciones campesinas, incluso aquellas que actuaban des de la
ilegalidad o del secretismo. Una dado poder al proletariado
campesino, el Partido, pretendía la colaboración entre estos y los
obreros para la formación de una auténtico Ejercito Rojo.
El Partido Comunista
siempre reconoció la importancia de este Congreso, pero también se
criticó algunos puntos. Entre ellos el propio Mao, advirtió a
propósito de este Congreso:
El VI Congreso tuvo
sus insuficiencias y sus errores. No apreció correctamente la doble
tendencia de las clases intermediarias y las contradicciones internas
de las fuerzas de la reacción, y no halló la política a seguir en
este sentido. Tampoco cobró suficiente conciencia de la necesidad de
efectuar una ordenada retirada estratégica que se había hecho
necesaria por los fracasos de la gran revolución de 1927; no tomó
consciencia de la importancia de las bases rurales y del carácter
duradero de la revolución democrática. Estas debilidades y estos
errores habrían de impedir la eliminación radical de las tendencias
de izquierda (que habían aparecido) en la reunión del 7 de agosto
de 1927 y que habrían de desarrollarse y extenderse
considerablemente con posterioridad.
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