Ya
desde sus primeros trabajos, Gilian Wearning, explora la diferencia entre lo público y lo
privado, lo social y lo individual, entre el voyerismo y
el exhibicionismo. Una investigación que la acompañará gran parte
de su vida artística, tal y como se refleja en el vídeo "Dancing in Peckham"
(1994). En esta obra la autora explora la interacción entre nuestros semejantes y nosotros mismos, y de como esta interacción se realiza diariamente, como un hecho cotidiano que realizamos a partir de una serie de conductas aprendidas en base a unas necesidades. Unas necesidades o
expectativas que Wearning ironiza a través de la realización de un baile en plena calle. El ritmo de la canción, que solo existe en la
cabeza de la artista y es propagada al exterior a través de un baile
vigoroso, tiene algo de experimentación social, pero nos encontramos realmente, en la recreación de un hecho que la autora
presenció en la vida real, donde una mujer realizaba aquellos mismos movimientos.
Si que existe mas experimentación social en otras obras que la artista realiza a partir de personas comunes y el entorno en el que pertenecen. En "Drunks" (1997-99), la autora trabaja con un grupo de gente con problemas de alcoholismo y que viven en la calle, donde sobre un fondo totalmente blanco, los graba con vídeo, sin apenas darles ningún tipo de orden. Formado a partir de tres proyecciones simultaneas, estos sujetos duermen, interactuan entre ellos o simplemente miran fijamente la cámara. La acción desinhibida que produce el alcohol sobre las personas alcohólicas causa sobre el espectador una sensación desagradable e incluso de humillación respecto a las personas a las que observa, pero a la vez, llega a ser consciente (racionalmente, pero también emocionalmente) del comportamiento psicológico que el alcohol provoca sobre estos sujetos.
Algo similar sucede en "Bully" (2010), aunque esta vez, la actuación se realiza con actores. Esta vez, la experimentación social hace referencia al acoso de unos individuos hacia un joven. La actuación de otro personaje, provocará que finalice este acoso, no sin antes desprender toda la rabia de este personaje sobre los acosadores y, finalmente, las lágrimas.
Pero mas allá de esta experimentación social que presentan algunos de los trabajos de Wearing, muchas de sus obras nos muestran estos hechos diferenciales, entre aquello que se nos muestra y el significado que existe verdaderamente detrás de la imagen. En la serie de fotografías "Signs that Say what you want them to say and not sign that say what someone else wants you to say" (1992-1993), mas de 600 fotografías muestran a diferentes transeúntes sosteniendo mensajes compuestos de hojas proporcionadas por Wearing, donde queda plasmado un mensaje. De esta forma podemos ver un policía que sostiene la palabra "Ayuda", otra persona con un tatuaje releva que "he sido certificado como ligeramente loco!" pero será la de un hombre con traje que en su papel se puede leer "estoy desesperado" la que acabará convirtiéndose en la fotografía mas conocida de la serie. Estas realidades objetivas, son realmente una manipulación establecida por la fotógrafa que se encuentra detrás de la cámara y ha colocado de forma arbitraria cada mensaje con el personaje que ella misma ha elegido. Pero independientemente de la manipulación de Wearing en las imágenes, el espectador descubre dos elementos diferenciales: el personaje y el mensaje. En otras palabras lo público y lo privado, forman parte de una misma obra.
Algo similar sucede en "Bully" (2010), aunque esta vez, la actuación se realiza con actores. Esta vez, la experimentación social hace referencia al acoso de unos individuos hacia un joven. La actuación de otro personaje, provocará que finalice este acoso, no sin antes desprender toda la rabia de este personaje sobre los acosadores y, finalmente, las lágrimas.
Pero mas allá de esta experimentación social que presentan algunos de los trabajos de Wearing, muchas de sus obras nos muestran estos hechos diferenciales, entre aquello que se nos muestra y el significado que existe verdaderamente detrás de la imagen. En la serie de fotografías "Signs that Say what you want them to say and not sign that say what someone else wants you to say" (1992-1993), mas de 600 fotografías muestran a diferentes transeúntes sosteniendo mensajes compuestos de hojas proporcionadas por Wearing, donde queda plasmado un mensaje. De esta forma podemos ver un policía que sostiene la palabra "Ayuda", otra persona con un tatuaje releva que "he sido certificado como ligeramente loco!" pero será la de un hombre con traje que en su papel se puede leer "estoy desesperado" la que acabará convirtiéndose en la fotografía mas conocida de la serie. Estas realidades objetivas, son realmente una manipulación establecida por la fotógrafa que se encuentra detrás de la cámara y ha colocado de forma arbitraria cada mensaje con el personaje que ella misma ha elegido. Pero independientemente de la manipulación de Wearing en las imágenes, el espectador descubre dos elementos diferenciales: el personaje y el mensaje. En otras palabras lo público y lo privado, forman parte de una misma obra.
En
sus últimos trabajos Wearing investiga la complejidad de la dinámico
familiar y como las tensiones se agravan cuando hay un proceso de
exhibición pública o semipública. Así, la serie "Album"
(2003) Wearing utiliza el maquillaje y la iluminación para "acoplar"
su rostro, en el rostro de fotografías antiguas de sus propios
familiares. De esta forma ella acaba convirtiéndose en sus
antepasados e incluso se re-convierte en ella misma a la de edad de
17 años. La propia artista afirmó a propósito de este trabajo que
le interesaba la idea de estar conectada genéticamente con alguien y
saber que había algo de ella, literalmente, en todas aquellas imágenes. De esta forma el disfraza utilizado por la artista sirve,
paradójicamente, para revelar aspectos de su identidad, en lugar de
ocultarlos.
No
era la primera vez que esta artista utiliza la simultaneidad en su
obras. Años antes, la obra para televisión 2 into 1 (1997) Wearing
edita un vídeo donde la voz de la madre es substituida por la de sus
hijas y la voz de las hijas por la de sus madres. De nuevo, como
ocurrirá en "Album" nos enfrentamos a algo paradójico: la
unidad materno-filial que nos transmite la imagen, nos lleva a
descubrir también todo aquello que las separa.
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