jueves, 19 de noviembre de 2015

Antoni Miró, una lucha continua

Del expresionismo al realismo social. Una conducta poco habitual en el mundo de la pintura, donde el camino suele ser a la inversa. Este ha sido el trayecto del pintor y escultor valenciano, Antoni Miró. Su llegada al realismo social, durante el periodo tardofranquista, dejó un legado artístico caracterizado por la denuncia y crónica social, pero también insertó su obra dentro de las corrientes provenientes de EEUU, como el Pop-Art. El título de sus obras durante este periodo son un claro reflejo de este papel cronista que tiene su obra: Experimentació Vietnam (1968), America negra (1972) o El Dollar (1973-1980).

Pero sus obras, no solo hacen referencia a aquellos problemas que a la vez son tan lejanos y tan cercanos, sino que  también son un claro reflejo de la sociedad mas cercana a su país. A través de los personajes que forman parte de su entorno intelectual y ideológico, el artista nos muestra su (nuestra) realidad mas inmediata. Personajes que han influenciado en su vida, como Fuster, Estellés, Ovidi Montllor o Espriu forman parte de su obra gráfica con el objetivo de transmitir el pensamiento de estos intelectuales al espectador. La comunicación de Miró con estos personajes ha sido recíproca. Podemos ver el ejemplo del poema que le escribe Espriu o de las palabras que le dedica Fuster. Pero esta comunicación recíproca entre pintor y los intelectuales de su época y su entorno, no solo es artística o intelectual, sino que también es epistolar, algo que la convierte en una comunicación amistosa y que sitúa al pintor, dentro del grupo intelectual que conformó el país.
Su activismo ha tenido respuesta, también en la época democrática, por parte de los dirigentes políticos conservadores que gobernaron. La propuesta de exponer en el IVAM en 1997, quedó relegada tras la entrada en esta institución de Juan Manuel Bonet y posteriormente por  Consuelo Ciscar. También su obra "25 d'Abril de 1707" que conmemora los 300 años de la Batalla de Almansa, pretendió ser retirada de la localidad de Gandia. Hechos como estos,  le dan la razón al afirmar que aquello que pintaba a sus inicios, sigue vigente hoy en día. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario