domingo, 11 de marzo de 2018

LAS 21 PETICIONES

Antecendetes.

La expansión territorial de Japón mas allá de la isla, para poder conseguir materias primas como hierro, petroleo o carbón, eran del todo necesario para poder competir con las potencias europeas. La influencia conseguida sobre China a través de la victorias en las guerras sino-japonesa (1894-1895) y ruso-japonesa (1904-1905), fue un gran paso para tales objetivos, pero, de todas formas, insuficientes. Uno de los deseos de Japón en tierras chinas, era la posesión de la industria ferroviaria y las minas de hierro  que poseía  Alemania. Para ello, y para conseguir mas poder en el Pacífico, Japón unió sus fuerzas con Inglaterra, mediante la reafirmación de la alianza anglo-japonesa de 1902. 

Mientras Europa estaba sumida en la Gran Guerra (1914-1918), Japón utilizó otra estratagema para conseguir sus objetivos de expansión en tierras chinas. Presentar veintiuna peticiones, que convertirían a China, de aceptarlas, en una una especia de protectorado japonés. Estas peticiones, ponían a China en una posición de sumisión frente a su vecino,una situación difícil de entender, si no se tiene en cuenta el colaboracionismo de Yuan Shikai con Japón. El estado nipón reconoció el poder de Yuan a cambio de la aceptación de estas demandas, incluso, según afirmó Sun Yat-sen, adversario de Yuan, fue el propio Yuan el redactor de tales exigencias.   

El primer movimiento de Japón antes de exponer las veintiuna peticiones, fue la de enviar una nota al Kaiser alemán el 15 de agosto de 1914, donde se le exigía la retirada de las aguas japonesas y chinas, de sus navíos de guerra. La petición no tubo respuesta y Japón respondió en septiembre, adueñándose de Quingdao (27 de septiembre) y tomando el control del ferrocarril de Quingdao-Jinan. 

Finalmente, el 3 de diciembre de 1914, el barón Kato presentó a su embajador de Pekín, las veintiuna peticiones, las cuales, se dividían en cinco grandes grupos:


Grupo 1: Adquisición de la provincia de Shandong.
Grupo 2: Fijar en 99 años, y no en 25, la duración de las concesiones ferroviarias que poseía Alemania en Manchuria.
Grupo 3: Convertir las minas de hierro de Han-yeh-ping, en empresas chino-japonesas.
Grupo 4: La prohibición del gobierno Chino de vender o conceder cualquier parte de su litoral a una tercera potencia, sin el consentimiento japonés.
Grupo 5: Un conjunto heterogéneo de reivindicaciones,  donde se pedía la introducción dentro del gobierno chino, de funcionarios u otros cargos, que de alguna forma tuviesen control, sobre la política (y otros campos) de China.

Los actores internacionales

El gobierno japonés estaba dispuesto a llevar sus "demandas" de forma secreta para impedir una intervención internacional. El secretismo, sin embargo, no fue del todo completo, ya que Japón informó de sus "demandas" al gobierno británico, exceptuando, eso si, las demandas pertenecientes al Grupo 5. El gobierno británico mostró simpatía hacia los puntos que hacían referencia a la intervención japonesa en las tierras de Shandong, el sur de Manchuria y a Mongolia interior, pero no se posiciono respecto al control japonés en las minas de Hanyeping.

Esperando que las negociaciones  no se demorasen en exceso y a que se llegara a un rápido acuerdo entre Tokio y China, el gobierno nipón no hizo oficial sus "demandas" a EEUU. Sin embargo, el 22 de enero de 1915, el embajador estadounidense en China, Paul Reinsch, informó a su gobierno de tales "demandas". Tanto Reinsch, como el presidente norteamericano, Woodrow Wilson, eran partidarios de la implantación de las instituciones y los valores norteamericanos al pueblo chino, y se oponían a la idea del expansionismo y el colonialismo propio de otras grandes potencias. Reinsch aprovechó estos elementos (el apoyo de su presidente y la incursión de Japón en tierras chinas) para informar a Washington de la gravedad que estas "demandas" suponían para los estadounidenses que vivían en China, a través de la información que este recibía del personal funcionario chino. Advertencias que cada vez era mas alarmantes y que incluso, en una de ellas, llegó a advertir, que "tales demandas harían efectivas una exclusión de la participación estadounidense en el desarrollo económico e industrial en China".

La primera reacción de la administración de Wilson fue la de evitar un conflicto abierto con Japón, pero la preocupación de que Japón violara la política puertas abiertas en China, estuvo también muy presente en el gobierno de Washington. Desde Bejing, la presión de su embajador tampoco cesaba, pidiendo incluso. la intervención británica.
Finalmente, el gobierno japonés hizo público a los gobiernos rusos, norteamericano y francés, el contenido de las "demandas", pero igual que pasó con Gran Bretaña, se ocultó el contenido de las demandas pertenecientes al grupo 5. Para relajar posibles tensiones, el primer ministro japonés, Okuma, aseguró al gobierno norteamericano, que la intención de Japón, no era la de violar la política de puertas abiertas.

  
Propuesta, ultimátum y aceptación

Japón presentó el 18 de enero de 1915 este conjunto de peticiones. El presidente de la República China, Yuan Che-K'ai, incapaz de desestimarlas, inicia una negociación  China acepta una parte de estas peticiones, pero para Japón, esto es insuficiente. En abril de 1915, el estado nipón advierte que si no se cumple con la totalidad de las peticiones, se llegará hasta la guerra, dando apoyo a los refugiados políticos que viven en su territorio para que combatan la dictadura del presidente, y el día 7 del mes siguiente, Japón moviliza sus tropas a Manchuria, a la vez que envía navíos de guerra a la costa China. Solamente 24 horas mas tarde, China acepta la totalidad de las condiciones a excepción de un grupo de ellas, las correspondientes al grupo cinco, gracias a la intervención de Gran Bretaña y Estados Unidos. La aceptación de estas condiciones, plasmadas en un tratado el 24 de mayo de  1915, supone una vergüenza para China, y una victoria política para Japón.

Ante tal situación, se levanta en Pekín, un fuerte movimiento de protesta estudiantil. Entre tres y cuatro mil estudiantes se unieron ante T'ien an Men, para protestar contra Japón y sus 21 propuesta, aunque al poco, tal protesta también se propagó contra el propio gobierno. Uno de los momentos álgidos de la protesta fue cuando llegó a oídos de la población, el acuerdo secreto por el cual, Tun Ch'i-jui, había aceptado con "satisfacción" (tal y como lo anunciaba la nota diplomática) el paso de los derechos alemanes al Japón a cambio de un préstamo de 20 millones de yenes.
De las manifestaciones, se llegaron a los ataques. Ataques directos a Ts'ao Ju-li, ministro de Comunicaciones y viceministro de Asuntos Exteriores, cuya casa fue incendiada; a Chang Tsung-hsiang, embajador en el Japón, agredido físicamente y Lu Tsung-yu, director del gabinete de finanzas, que pudo escapar en un último instante de tales ataques. Las consecuencias de tales altercados fueron, ni mas ni menos, que la detención de treinta dos estudiantes y la declaración en huelga de la Universidad de Pekín. Pero no solo eso, el movimiento, pudo extenderse mas allá de Pekín: Shanghai, Nankin, Tientsin o Paoting, son algunas de las ciudades que vieron protestas estudiantiles y, en el caso de Shangai, acompañados por obreros provenientes de empresas japonesas.

Pero ante este acto vergonzoso, Yuan Che-K'ai, sabe sacar, a corto plazo, provecho. Para el presidente chino, esta cesión es debida a la falta de un gobierno fuerte, el cual, se podría acceder a través del restablecimiento del imperio. Yuan Che-K'ai conseguirá tal propósito antes de que termine el año. En diciembre de 1915, la Asamblea Consultiva le ofrece el trono. Pero estos beneficios, son, como hemos dichos, a corto plazo. Ante tal decisión, una parte del ejercito deserta, y en la China del sur, se constituye un gobierno rival al de Pekin.

A largo plazo, la consecuencia principal sería el nacimiento de un sentimiento antijaponés.







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